sábado, 1 de agosto de 2015

Reseña, LINEAMIENTOS PARA UNA TEORÍA GENERAL.

Autor: Niklas Luhmann.
Título de la obra: Sistemas sociales (Lineamientos para una teoría general).
Años de edición: 1991.
Editorial: Alianza Editorial.
Páginas: 123.

Niklas Luhmann nació en Lüneburg, Baja Sajonia, Alemania, en 1927. En 1949 Comenzó sus estudios en Friburgo donde en 1949 se doctoro de Derecho, Luego de esto entre 1960 y 1961 viajo a Estados Unidos, Boston, donde empezó sus estudios de sociología, fue influenciado por el pensamiento de Talcott Parsons compañero de el en la Universidad Harvard. En 1964 Luhmann publica su primer libro Funktionen und Folgen formaler Organisation (Duncker & Humblot, Berlín, 1964), un año después ingresa a la  Universidad de Münster en Dortmund, donde se doctora en sociología política en 1967.
El pensamiento de Luhmann está atravesado por una fuerte influencia en la multidisciplinariedad, en mayor medida da un papel importante al uso de la comunicación como un valor central, definidor y autorregenerador de la funcionalidad de los sistemas, para contraste de  todas las teorías que desplace el centro teórico de la sociología.
Entrando en materia el sociólogo alemán Niklas Luhmann en el primer capítulo de su libro nos hace un recorrido por las teoría de sistemas que se han planteado, de esta manera él nos muestra que la tesis que se maneja en el libro es que existen varios sistemas y con más precisión sistemas autorreferenciales, Así mismo existen sistemas capaces de analizar a otros sistemas bajo aspectos que para ellos mismos no es posible. Seguido de esto Luhmann enumera varias ideas que considera importante para la teoría de los sistemas.
“El punto de partida de cualquier análisis teórico-sistémico debe consistir en la diferencia entre sistema y entorno” (Luhman, 1984, pág. 39) Luhman explica el paradigma que se tiene de sistema/entorno y da unas luces de como poder distinguir entre un entorno dentro de un sistema y unos sistemas dentro de un entorno, cosa completamente diferente la una de la otra, se apunta a que la distinción entre ambos se hace a partir de poder observar las relaciones de dependencias que cada una tenga al interior, ya sea entre entornos o entre sistemas, de manera que entre más dependientes sean los sistemas de su entorno más disposición tendrán sobre sí mismos y sus relaciones.
Otra de las nociones importantes es  la existencia de  un sistema de diferenciación vertical que se traduce a un sistema global que encierra un entorno interno que a su vez posee otros sistema dentro de un entorno, de manera que el estudio y aplicación de esta teoría genera un aumento de complejidad cada vez mayor. Ese tipo de teoría de diferenciación permite hablar también de una “jerarquía” no en el sentido propio de una ordenación vertical de instrucciones con un objetivo de imposición, solamente es la manera mediante la cual se diferencian sistemas parciales de otros que mantienen una relación de estar incluido en el estar incluido.
Quizá otro elemento clave en el capítulo es el concepto central teórico sistémico de condicionamiento,  mediante el cual el autor plantea que dentro de un sistema existe un conjunto de elementos que tejen relaciones entre sí, esto no quiere decir que se haga por simple azar, no son simplemente relaciones entre elementos, sus conexiones están reglamentadas por un condicionamiento que determina la relación entre estos dichos elementos. Se puede dar también que las relaciones entre elementos no sean siempre todas iguales, puede haber la realización de grados de relación entre elementos más fuertes que otras, esto se da por una reglamentación en  el acondicionamiento determinadas por inclusión/exclusión.
El autor también nos habla de “los límites de los sistemas” un punto importante ya que es lo que puede permitir diferenciar una estructura de un sistema. De tal manera que “los límites no pueden ser pensados sin un "detrás" y presuponen, por lo tanto, la realidad de un más allá y la posibilidad de rebasarla(Luhman, 1984, pág. 50). Sirve entonces en mayor medida aquellas definiciones como complejidad y parálisis de sistemas para encontrar con exactitud la definición de los límites de sistemas.
Los límites se encuentran como adquisiciones evolutivas por excelencia capaces de separar las líneas de dependencia que se tejen entre sistema y entorno, adquiriendo así un tipo de atribución que el autor llama sistemas abiertos o cerrados. Se encargan también los límites de reducir la complejidad de los sistemas, mediante la función de acoplar y separar, no obstante esta relación que se adquiere entre sistemas los vuelve indeterminados entre sí. El concepto de límite es un abstracto, que no permite ubicar el límite como parte de un sistema u otro, lo que nos lleva a necesidad de ubicar el límite como un tercero.
Se introduce un nuevo concepto en el segundo apartado del libro, donde el autor se refiere al “sentido” como un logro evolutivo mediante el cual no podemos sobrevivir sin un sistema social y así mismo el sistema social no podría sobrevivir sin nosotros. Por tanto no es de extrañar que todo el sistema este sumergido bajo el concepto de sentido ya que se remiten al mismo tiempo, por tanto el entorno es entorno de sentido y los limites, límites de sentido.

Más adelante se define el sentido con una agregación del concepto tiempo, donde se concibe como una continua actualización de posibilidades, por ello el sentido se constituye a sí a mismo como una diferencia actual para poder dejar vislumbrar las posibilidades que se encuentran en el horizonte. Por lo anterior dicho, se toma el concepto de sentido como “inestable” ya que por su mismo carácter de transformador actual le es imposible mantener un estado de actualidad sin perturbaciones. Por otro lado el autor afirma, que gracias a su imposibilidad de mantenerse, surge como posibilidad la “restabilidad” ya que por la condición misma del sentido de buscar la constante actualización en el horizonte de las posibilidades, da paso a que la restabilidad quede asegurada ya que solo allí (en el horizonte de las posibilidades) tiene sentido lo actual.
El hablar de un sentido lleva consigo otro concepto, en lo antes dicho se puede determinar que el sentido es un procesarse a sí mismo, de esta manera dicha, se puede llegar a encontrar lo que realmente se procesa, debemos decir que todo lo que el sentido procesa debe estar dotado de sentido, tal afirmación nos lleva a plantearnos un problema de contradicción, que según el autor, nos va a ayudar a sustentar el concepto denominado “información”.

“Denominamos información a un acontecimiento que selecciona estados del sistema.” (Luhman, 1984, pág. 86). La limitación que aportan las estructuras y la preselección de las posibilidades da lugar a que la información pueda tener carácter de acontecimiento capaz de seleccionar un estado del sistema. Sin embargo y a pesar de que la información presupone una estructura, no se le pueda dar significado ni caracterización como tal, es de echo y como bien dijimos arriba; un acontecimiento que constantemente actualiza el uso de las estructuras de un sistema, entendiendo por acontecimiento los elementos que perduran fijados puntualmente en el tiempo. Esta caracterización de estar fijados al tiempo les da una posibilidad de identificación, como elementos que suceden una sola vez, por tanto son irrepetibles y necesarios para la unidad de todo proceso de sentido.
Ya terminando el segundo capítulo Luhmann hace un contraste entre las teorías abordadas y la metafísica, poniendo a juicio el concepto de “autoreferencialidad del ser”, apoyándose en que el concepto de sentido tiene la particularidad de estar condicionada por los sistemas psíquicos y sociales tanto como los de comunicación y conciencia y ello lleva a la consecuencia de la metafísica. “Estas consecuencias se encuentran en dos niveles, pero estos, se refieren el uno al otro: un nivel es el contenido de la presentación de las teorías metafísicas, el otro, el de la presentación "espiritual-histórica" de su proceso de desarrollo y de su correlación con los desarrollos estructurales”. (Luhman, 1984, pág. 115).  
 La importancia de la metafísica es precisamente que la teoría hace uso de conceptos como el ser y del pensar o del pensar en el ser para poder explicar su funcionamiento y sus teorías, conceptos muy ligados al estudio de la metafísica. Haciendo un recuento físico donde ubica la teoría en la transición del tiempo de la edad moderna a la clásica y la antigua, lo que le permite hacer unas últimas precisiones antes de acabar el segundo capítulo sobre los sistemas de sentido los cuales como habíamos dicho antes solo puede llevar acabo procesos sobre formas de sentido ya que se concibe como una determinación interna.

La obra resulta ser una fuente importante de información sobre los sistemas y las teorías que lo abordan los conceptos aquí abordados son en su mayoría, abstracciones de otras teorías que puestos en funcionamiento con la teoría que el autor pretende explicar configuran su significado y aplicación. Su pretensión universalista es clara desde un comienzo y en el desarrollo de los capítulos.
Es importante también resaltar que su texto recoge varios aspectos importantes como la injerencia de la multidisciplinariedad de la teoría de los sistemas desde una propuesta en muchos casos sociológica.  El uso de paradigmas que facilitan la comprensión de la teoría y permite en muchos casos el uso de la semántica. Por ultimo para no extendernos más me parece muy relevante el uso de la epistemia para dar un conjunto de elementos en la construcción de sistemas.
Otro elemento cave que le da importancia al texto es la perspectiva  integradora de Luhmann que  apoya en las disciplinas clásicas como la Física, la Biología y las Matemáticas la explicación de los sistemas y todos sus elementos, otorgándole así un plus a su trabajo. “Es a todas luces una propuesta interdisciplinaria orientada a la necesidad de incorporar a la Sociología, las perspectivas de otras disciplinas sobre la mirada reflexiva a sus objetos de estudio.” (Luhmann, 1998, Pág.14).
Las limitaciones de esta obra son muchas, a pesar de que su carácter no es querer dar un manual de instrucciones para poder entender los sistemas, como bien dice su autor: “La edificación de la teoría se asemeja, de este modo, más a un laberinto que a una autopista con un final feliz. (Luhmann, 1998, Pág.14).” En su introducción Luhmann nos va dando unas ideas de lo que será el texto, si bien cualquiera puede leerlo, no todos tendrán la paciencia y la habilidad para poder entenderlo.
El tema aunque novedoso se apoya en conceptos y teorías antiguas pero que mantienen siendo hegemónicas en la academia, quizá este tema por su carácter evolutivo y complejo seguirá siendo objeto de discusión y de investigación de muchos académicos, ya que dentro del texto se da las suficientes herramientas para poder ponerlo en juicio. Otro elemento clave para poder situar a este texto entre una “novedad en constante renovación” es su apuesta por la interdisciplinariedad que le permite la comprensión, investigación  y aplicación desde varios campos de la ciencia siempre enriqueciendo la teoría ya propuesta.
Mediante una metodología apoyada entre (multidisciplinariedad, paradigmas y epistemia) el autor se permite llegar a un objetivo que hasta el momento no es nada concreto, por su forma de abordar el tema da la impresión de que quiere poder llegar a una teoría universal de los sistemas, en lo que basa todos sus postulados y la explicación de los diferentes campos de la ciencia para poder explicar los sistemas. Pero si bien es cierto esto, también hay que tener en cuenta que el mismo autor nos dice que se trata de complejizar el concepto de sistemas para darle elementos de discusión más enriquecedores que a la larga permitirán conocer mejor la teoría.
La obra claramente va dirigida a personas exclusivamente dedicadas a la academia, si  bien es cierto que uno de sus elementos es poder dar cabida a  la Multidisciplinariedad, también es de resaltar que una persona solo con conocimiento de la biología no va a poder entender lo que allí se expone, todas las ciencias  utilizadas en el texto para explicar esta permeadas por la sociología, de manera que el libro no es para personas con desconocimiento sobre la sociología y mucho menos para personas por fuera de la academia.
En la reseña biográfica, los datos se ciñen a la realidad histórica completamente, el autor ha sido cuidadoso de poder tener un contraste certero con la historia. Incluso podemos ver en el apartado de sus capítulos que sigue un tipo de lineamiento que el mismo explica en su introducción: “Por cierto, el libro deberá leerse siguiendo la secuencia de los capítulos, pero sólo porque así fueron escritos. La teoría misma podría haberse presentado en una secuencia distinta: abriga la esperanza de que lectores con suficiente paciencia, habilidad, fantasía y curiosidad por experimentar intentaran escribirla de otro modo.”(Luhmann, 1998, Pág.14).


Rodrigo Torres.








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